La pera es una fruta estrechamente emparentada con la manzana. El peral florece en primavera, entre marzo y principios de mayo, dependiendo de la variedad y del clima. El fruto crece de las flores polinizadas. Normalmente, la parte más ancha de la pera crece primero hacia arriba. Luego, al ir aumentendo el volumen, cae por su propio peso. Las variedades de pera se pueden clasificar según si son comestibles crudas o únicamente cocinadas. Estas últimas no son tan comunes. Las peras de postre, que pueden comerse crudas, continúan con su proceso de maduración a temperatura ambiente, volviéndose cada vez más suaves y jugosas. Las peras que solo se pueden comer una vez cocinadas podrían considerarse verduras. La pera, una fruta de gran calidad nutricional, suele ser de cultivo local. Las variedades más conocidas son las siguientes:

Anjou, grande y jugosa;

Conference, alargada con pulpa y piel duras;

Doyenne du Comice, gruesa y jugosa; 

Thriomphe

Cómo preparar

Para preparar la pera, debe lavarla y también puede pelarla. Pero, ¡atención! Retirando la piel también eliminará una fuente muy sana de fibra. Además, la pulpa de la pera cambia de color rápidamente. Para evitarlo, es recomendable usar unas gotas de jugo de limón. La pera también puede comerse a mordiscos directamente o cortada a gajos eliminando la zona que contiene las semillas. Para la cocina es especialmente recomendable utilizar la variedad Conference.

Cómo comprar y conservar

Consejos para la compra
Puede comprar las peras maduras o todavía verdes, pero elija piezas que no tengan manchas marrones. Las peras maduras se reconocen por estar blandas en la parte superior junto al rabito.

 

¿Cómo conservar las peras?
Las peras que todavía estén verdes seguirán madurando perfectamente en el cesto de la fruta a temperatura ambiente. Las peras más maduras pueden conservarse en el frigorífico, donde se mantendrán frescas durante unos dos días.  Las peras que solo son comestibles cocinadas se conservan perfectamente durante semanas en un lugar fresco y seco..

Cómo servir

- fresquísima a mordiscos
- horneada en pasta de hojaldre
- en una ensalada de lechuga y roquefort
- para acompañar un surtido de quesos
- como ingrediente de una macedonia
- en una tarta de pera y manzana