Esta ensalada, tan refrescante, deliciosa y fácil de preparar, será la materia prima para cada cena, fiesta o reunión. Lo amargo de la rúcula combinado con la frescura de las espinacas, la textura crujiente de las nueces y la dulzura de las peras, aunado al sabor intenso del parmesano, son una verdadera invitación para disfrutar de un deleite en la mesa.
Preparación
Lo mejor de esta ensalada es que puedes usar poco o mucho (a tu gusto) de cada ingrediente. Enjuaga un manojo de hojas de rúcula y espinacas. Sécalas y colócalas en una ensaladera. Corta la pera en rebanadas delgadas y colócalas de manera elegante sobre las hojas de ensalada. Tritura las nueces y espárcelas encima. Agrega el queso parmesano rallado al final. Justo antes de servir, vierte encima el aceite de oliva.