Verduras del mundo y sus recetas

No puedo ni imaginar aquel tiempo en que, por ejemplo, no se comía tomate en Europa, o aquel en que no existía tampoco en esta parte del mundo la calabaza o las patatas. Fue el descubrimiento de América el que marcó esos enriquecedores viajes de ida vuelta con cultivos de esas tierras americanas. Realmente el Mediterráneo por su parte, fue un canal de tráfico de miles de especias y gastronomía de Oriente. ¿Os imagináis lo bien que debían oler las bodegas de esas naves?. Y la sorpresa todos aquellos que veían por primera vez verduras, hortalizas, legumbres  y especias sin saber siquiera de qué se trataba.

Hoy todo esto ha cambiado mucho. La riqueza de la cultura gastronómica ha crecido de forma imparable en estas últimas décadas. Influencias de Francia, Inglaterra o Alemania. Cocinas de pueblos perdidos de Italia y ya por fin la invasión de la gastronomía asiática.

Esa riqueza es maravillosa. Fusionar culturas gastronómicas y tendencias culinarias. Formas de cultivar, de elaborar recetas  y hasta de emplatarlas.
Pero voy más allá. Hemos incorporado miles de cultivos de otras tierras, hasta de otras latitudes y hemos acondicionado nuestras suelos y hasta condiciones  climáticas, `para poder cultivar verduras en casi todas las temporadas.

Nosotros sin ir más lejos, hemos sembrado en nuestro pequeño huerto ecológico, semillas traídas de todos los sitios del mundo. Tomates rusos, Chiles y ajíes de toda Sudamérica, calabacines de Francia. De Asia trajimos el Pack Choi y un buen surtido de mostazas. Hasta de Bruselas las coles, que por cierto son una maravilla. Preciosas como podéis ver y deben ser adictivas, porque estoy  enganchada ;)

No hay más que mirar mi galería del blog o de Love My Salad para ver la influencia en los platos del día a día de tanta riqueza culinaria.
Suerte que existe la fusión. De esta forma no olvidamos nuestra esencia y nuestros productos autóctonos, que a veces pasan más desapercibidos, ante tanta novedad deliciosa.

Como todo en la vida, el equilibrio es el punto óptimo. Así comeremos recetas de cualquier rincón del mundo, sin perder nuestra esencia, nuestras raíces y ¡cómo no! nuestros productos autóctonos de temporada.

Fusionemos, crezcamos, experimentemos con lo que aprendemos. Pero recordemos cómo nuestras abuelas cocinaban los productos de su huerta. Sólo de esta forma no perderemos ni un ápice de sabor a tierras cercanas, por mucho que nos gusten los toques exuberantes  y exóticos de las tierras lejanas.
Ahora pasad por la galería y recorrer el mundo a través de las recetas que encontraréis. Os destaco cuatro platos que forman parte de los menús habituales de casa. Deliciosa Minestrone de temporada, exótica  Ensalada camerunesa de juliana de judías verdes y langostinos, una de mis preferidas es la Ensalada de habitas con rúcula y mozzarella  y como básico imprescindible, la Pasta con pimientos asados y pescado azul marinado  

Espero que lo hayáis disfrutado.

¡Hasta pronto!