Cooking
El boniato que enamora allá donde va.
Me sigue sorprendiendo que haya gente que todavía no conozca este maravilloso tubérculo. Esta deliciosa patata dulce es una de mis piezas preferidas del otoño. Ésta en concreto la trajimos de nuestro viaje a Portugal. Donde la batata doce (patata dulce) la cocinan como nadie allá donde vas.
Tanto en recetas dulces y saladas, guisos y repostería, como guarnición ¡Es siempre una delicia!. El boniato como lo conocemos aquí, es un tubérculo de lo más versátil. En mi opinión no demasiado atractivo a priori, da algo de pereza meterle mano.
A muchos suena como algo antiguo y sin embargo alimenta a gran parte de la población por todo el mundo. Además, está de tendencia total en las redes sociales. Sueles verlo relleno de mil formas. Horneado como como snack quizás acompañado de alguna salsa. Os confesaré que como más me gusta es como siempre se comió en casa. Asado, bien asado, hasta que caramelice y a cucharadas, tal cual.
Si no lo habéis probado nunca veréis que es un postre delicioso y una merienda fantástica.
Os lo súper recomiendo. Y además podéis trocearlo y añadirlo a cualquier ensalada.
Su cultivo está muy extiendo en esta zona del sur de España. Este fin de semana recorríamos campos y campos por la carretera y llenitos estaban de boniatos para ser cosechados. Lo cierto es que no requiere mucho trabajo, aunque su cultivo es bastante largo. Al tratarse de un tubérculo siempre es una sorpresa el desenterrar la producción de boniatos. El año pasado nosotros tuvimos la suerte de tener en el huerto una cosecha de infarto. Os dejo la foto que publiqué nada más sacarlos.
Es ahora cuando empieza su mejor temporada, así que creo que si todavía no lo tenéis incorporado a vuestra dieta, quizás sea un buen momento para probarlos.