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Cómo hacer tus propios aliños

¿Encuentras difícil preparar tus propios aliños y encontrar el equilibrio perfecto en los ingredientes? En este blog trato de explicártelo. Consejo: cuando creas un aliño te gusta poder hacer una cantidad mayor y guardarla en un tarro cerrado herméticamente para utilizarlo varias veces seguidas durante unos días.

El aceite

La base comienza con un buen aceite. Siempre elijo un tipo de aceite de oliva más suave porque considero que el aceite de oliva virgen extra puede ser bastante fuerte - sin embargo, es tu elección.

El equivalente ácido 

Además del aceite, también necesitas un equivalente ácido. Elige a partir de varios tipos tales como vinagre de vino blanco o de frambuesa, pero también piensa en utilizar limón fresco, lima o incluso zumo de naranja. Experimenta con todas las variaciones de modo que finalmente des con tu propia receta favorita.

El equilibrio perfecto

Existe una regla dorada útil para mantener el equilibrio perfecto. Es la siguiente: 1 parte del aliño es vinagre (u otra opción ácida) a 3 partes de aceite. Esa es siempre la base, a la que puedes añadir sabores extras como explico a continuación.

Sabores extras

Si te gusta un aliño ligeramente cremoso puedes añadir un poco de mayonesa o yogur. Para una ensalada al estilo asiático añade un poco de guindilla roja muy picada, jengibre recién rallado y salsa de soja. O para una variación deliciosa prueba una cucharada de aguacate, taina o un poco de hierbas frescas. 

Un poco de dulzor

Añade un toque de dulzor extra con miel o azúcar que es por supuesto opcional y al gusto. 

Ve a nuestras 5 mejores recetas para aliños para tener más ideas a la hora de elaborarlos. ¡Pásalo bien en la cocina!

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