El romanesco desciende de la coliflor estándar pues es de la familia de las brásicas y procede de Asia central. La coliflor lleva cultivándose en Europa desde hace siglos pues aparecian mencionadas en escritos del siglo sexto. Esta coliflor es una variante de la coliflor normal, que se ha desarrollado en la zona de Roma. 
El romanesco es sorprendentemente dulce, suave y tierno cuando se cocina, es más, como su prima directa la coliflor estándar, pero con una textura más densa que se mantiene bien con distintos métodos de cocción.

Cómo preparar

La coliflor Romanesco puede consumirse cruda o cocinada y puede utilizarse de la misma forma que la coliflor blanca, prueba a servir una mezcla de las 2 para cambiar. 

Corta las hojas verdes externas de la coliflor (estas pueden cocinarse como la col o pueden utilizarse en sopa) y divídela en cogollos grandes. Lávala minuciosamente antes de servirla.

Cuece los cogollos en 3 a 5cm de agua durante 5 a 10 minutos o hasta que estén tiernos, añade 1 cucharada de zumo de limón al agua para realzar el color blanco. Escúrrelos bien antes de servirlos y sazónalos con pimienta negra.

Cómo comprar y conservar

Guarda la romanesco en el frigorífico hasta 1 semana.  

Cómo servir

  • Cuécela con un chorrito de zumo de limón recién exprimido y un chorro generoso de aceite de oliva
  • El romanesco combina perfectamente con pasta
  • Con un poco de mantequilla y chalotes crujientes