Bonjour! Es el mes de la cocina francesa, y aunque ya estamos de pleno en primavera, aquí todavía refresca un poquito. Yo de hecho estoy un poco resfriado mientras escribo estas palabras. Y hoy mismo me he hecho un caldito calentito que me ha sentado genial. Se trata de una receta francesa deliciosa y nutritiva como la famosa sopa de cebolla.
Os aseguro que esta receta es insuperable. Está de vicio. El sabor a la cebolla rehogada es súper intenso y el gratinado y el pan tostado le dan un toque espectacular.
El toque del bouquet garní (tomillo fresco y hojas de laurel) también le van a dar un toque de la campiña francesa, por no hablar del coñac (o brandy para nosotros)
Espero que la probéis y que me contéis vuestra experiencia.
Au revoir! et bon appetit!
Preparación
- 1. Cortamos las cebollas en juliana muy fina y picamos el ajo también en trocitos pequeños.
- 2. En una olla con suficiente aceite de oliva, sofreimos el ajo unos segundos hasta que empiece a dorarse.
- 3. Añadimos toda la cebolla con la sal y una cucharada de azúcar y la pochamos a fuego medio bajo para que sude lentamente y removiendo de vez en cuando para que no se pegue. Al menos nos llevar· 45 minutos hasta que la cebolla esté prácticamente deshecha y muy oscura.
- 4. Añadimos entonces el brandy y dejamos que evapore el alcohol por un minuto.
- 5. Añadimos el caldo de verduras, y hacemos un bouquet garni con el tomillo fresco y el laurel, atándolo con una cuerda para luego poder quitarlo fácilmente.
- 6. Tapamos la olla y dejamos hervir a fuego medio-alto unos 10 minutos.
- 7. Cortamos el pan en rodajas y lo tostamos.
- 8. Servimos la sopa en los cuencos o platos, colocamos la rodaja de pan tostado encima, y sobre ella algo de queso rallado (opcional) sin lactosa en mi caso.
- 9. Ponemos los cuencos sobre la bandeja del horno y gratinamos a 250ºC en el horno durante unos minutos hasta que el queso esté bien gratinado.