Os costará creerlo, pero hace un tiempo dejé de tomar calabaza. Cada vez que la comía me resultaba muy indigesta y me arrepentía al rato de comerla, pero es que ¡me encanta!
Este año me propuse probarla de otras maneras paa poder disfrutarla. Probando y probando di con esta receta que me sienta genial. Se trata de asar tanto la cebolla, como la calabaza y el ingrediente secreto que dará un sabor delicado y cremoso. Si, se trata de la manzana asada. Menudo descubrimiento. Estoy encantada.
Ese toque dulzón hace que los peques de la casa la devoren. De veras creo que debéis probarla.
Preparación
- Precalentamos el horno a 200º.
- Lavamos y troceamos la cebolla y la calabaza añadimos sal , pimienta y un pelín de aceite.
- Del mismo modo lavamos las manzanas, le damos un corte en la parte superior para que no estallen.
- Horneamos todo junto durante unos 20’ o hasta que veamos que ya está listo. Normalmente esta primera elaboración la hago el día de antes y así es todo más rápido.
- Una vez asado, pelamos las manzanas y reservamos.
- Ponemos la calabaza con la cebolla en un cazo, añadimos un poco de caldo y los jugos del asado.
- Dejamos que hierva unos 5 minutos para que se integren bien los sabores.
- Añadimos la manzana ya pelada.
- Rectificamos de sal, lo batimos bien para que quede bien cremosito.