Cooking

¡Que vivan las berenjenas!

Si amigos, normalmente me escucháis presumir de tomates cuando llega esta época del año - y lo seguiré haciendo ;) -  pero cuando llega esta temporada mi segundo  cultivo preferido del alma son las berenjenas que son para enamorar. Ya os he hablado también de ellas en este artículo pero cada año que pasa, cada variedad que cultivamos nos enloquece aún más.

Las berenjenas me parecen divinas, frutos preciosos, elegantes y sorprendentes. Nunca pensé que existirían tantísimas variedades ni colores y formas como ya hemos probado en nuestro pequeño huerto.  Pero las berenjenas tienen algo que las hacen un pelín más antipáticas – no se si a una verdura se le puede llamar así  - pero una vez que las conoces bien, como sucede con algunas personas, las querrás para siempre y entenderras que bajo esa belleza sólo habia cierta timidez.

Es importante conocer las variedades. Normalmente cuando te sales de las más comerciales hay tantas diferencias entre ellas que si no las cocinas bien puede ser que no te terminen de convencer.
Algunas con las pieles más gruesas o tan finas que te las puedes comer. Otras que si las preparas asadas por ejemplo son un manjar cremoso que te enamora del todo. Hay berenjenas para encurtir, para asar, las que son perfectas para escabechar. Lo que está claro es que el que diga que no le gusta la berenjena es porque tiene que seguir dando una oportunidad o buscar otra variedad.
Son tremendamente saludables, con poco aporte calórico y alto contenido en fibra, con lo que son una maravillosa opción para incluirlas en tu dieta más y más.
Nosotros que somos muy de barbacoas solemos asar muchas para congelar y conservarlas todo el invierno. La carne de la berenjena asada es tan versátil que te facilita cualquier comida o entrante en un plis plas. Fijáos en esta cremita que es perfecta para dipear.
¿Todavía sigues con dudas? Pues ha llegado el momento de perderle el miedo a la berenjena y comenzar a disfrutarlas.