El salmón de Tasmania proviene de uno de los ecosistemas más puros del planeta. Es bajo en calorías y colesterol, alto en proteínas, y es una rica fuente de omega-3, lo que lo hace el protagonista perfecto de esta ensalada.
Preparación
Lava y corta la lechuga, pica las hierbas y mezcla todo en un recipiente. En otro recipiente coloca las cebolletas cortadas en diagonal y las ramitas de cilantro y mezcla todo.
Vierte la miel, el vinagre en un recipiente y agrega el jengibre. Busca que tenga una consistencia espesa.
Agrega la salsa de ostión, la salsa de soja y el jerez en una olla y revuelve.
Sácalo del fuego y deja que se enfríe un poco.
Agrega el aceite de oliva en una sartén anti-adherente y ponla al fuego y cuando empiece a emanar vapor agrega las piezas de salmón con la parte con piel hacia arriba. Cuando se dore un poco, voltea el salmón para que se cocine del otro lado. Ponlo a escurrir sobre papel de cocina.
En el mismo sartén coloca las patatas hervidas y dóralas un poco.
Coloca unos montoncitos de lechuga y hierbas en 4 platos.
Sazona el salmón con sal y pimienta y, con cuidado, parte los filetes de salmón en pedazos grandes y colócalos sobre la lechuga en los platos.
En cada plato coloca 4 mitades de patatas previamente hervidas y doradas, alrededor de la base de los montoncitos de lechuga.
Divide la cebolla y el cilantro en cuatro partes y colócalas encima del salmón.
Esparce ajonjolí negro y vierte la salsa de miel condimentada sobre el pescado y la lechuga.